Las heridas del niño interior son “lesiones” emocionales tan profundas e importantes que rigen la mayoría de nuestros comportamientos. Es decir, nos afectan en diferentes aspectos de nuestra vida como, por ejemplo:
- Cómo nos relacionamos con el entorno.
- Cómo juzgamos las diferentes situaciones que transitamos en la vida.
- Cómo actuamos o reaccionamos en los diferentes ámbitos, profesional, relacional etc.
- Qué tipo de personas atraemos a nuestra vida.
- Cuál es nuestra personalidad.
Estas lesiones se instalan en el inconsciente y ya sabemos que este rige el 95% de nuestras decisiones y comportamientos sin que podamos evitarlo hasta que podamos hacerlas conscientes y trabajarlas.
Las principales heridas del niño interior son 5:
- Rechazo.
- Abandono.
- Humillación.
- Injusticia.
- Traición.
¿Cuándo se graban? ¿De dónde nacen? ¿Para qué sirven?
- Algunas se graban incluso antes de nacer, otras, a lo largo de nuestra infancia. Algunos estudiosos creen que hasta los 7 años, aunque puede darse más tarde.
- Nacen al haber vivido emociones sin los recursos adecuados para entenderlas y gestionarlas correctamente a nuestro favor.
- Nos sirven como mecanismo de defensa ante una situación similar, y para evitar el sufrimiento que vivimos con anterioridad.
Cada una de ellas nos va a llevar a actuar de determinada forma ante situaciones que en un pasado (en el que no teníamos recursos) nos generaron dolor o malestar a nivel emocional. No dejan de estar conformadas por creencias limitantes y el trabajo a realizar es detectarlas e identificar los comportamientos que generan para poder disolver las creencias y tomar nuestras propias decisiones de forma consciente.
Todos hemos sufrido en mayor o menor medida alguna o todas. Si lo transitas, lo comprendes y lo gestionas, no pasa nada. El desafío lo encontramos cuando se convierten en nuestra forma de ser.
Comportamientos derivados de las heridas del niño interior
Hablaremos de cada una de ellas en profundidad, pero te voy a dar pequeños datos para que puedas identificar los comportamientos relacionados con las heridas del niño interior.
Una vez lo hayas hecho, con el Curso de Péndulo Hebreo Esencial ya podrás empezar a crear protocolos personalizados para liberar esa huella energética. Aunque, el trabajo profundo se hace desde la Maestría.
Vamos con pequeños detalles de comportamiento de cada una de ellas:
1. Rechazo:
Si esta es tu herida más profunda, en tu inconsciente hay grabado un “no valgo, no tengo derecho a la vida, no me quieren”.
Te pasas la vida buscando el reconocimiento, generalmente de papá y mamá, y sientes que lo que haces nunca es suficiente para ellos.
No das valor a quién eres.
Atraes a tu vida personas que te rechazan, para ratificar la creencia limitante.
2. Abandono:
Te aferras a las personas, aunque la relación no sea precisamente beneficiosa para ti.
No soportas estar sol@.
Hay instalada en tu inconsciente la creencia de que todos te van a abandonar y vas atrayendo a tu vida personas que te abandonan, física o emocionalmente, para corroborar lo que crees internamente.
O, para que no te abandonen, cuando la relación profundiza, abandonas tú para no ser abandonado.
3. Humillación:
Papá y/o mamá te desaprueban y ridiculizan, sobre todo en público, y te critican.
Sientes que no vales, lo que va afectar directamente a tu autoestima. Sientes vergüenza de ti y de tu cuerpo.
Te comparas continuamente y no disfrutas de nada porque crees que no lo mereces. Se instala en ti un sentimiento de rabia acumulada y sumisión, esta última para ser aceptad@.
Por supuesto, vas a estar rodeado de personas que te humillan.
4. Injusticia:
Te han castigado por algo que no has hecho, te culpan de situaciones en las que no tienes nada que ver y sufres las consecuencias.
Papá y mamá son estrictos y fríos. Sientes que no te están respetando.
Como consecuencia, tu comportamiento se vuelve rígido e intolerante, contigo y con tu entorno. Cualquier diferencia de opinión la vas a sentir como un ataque personal injusto.
Eres perfeccionista e intransigente. Y, por supuesto, todo lo que te sucede es injusto.
5. Traición:
Has confiado en papá o mamá y han revelado tu secreto. O no te han defendido cuando tú no podías. Te han traicionado.
Sientes que no puedes confiar en nada ni en nadie, pero lo peor es que no confías ni en ti.
Te vuelves controlador, rígido e inflexible; no soportas la incertidumbre. Puedes llegar a ser cruel.
Por supuesto, a lo largo de tu vida, la traición va a estar presente en todas tus relaciones.
¿Te identificas con alguna de ellas? ¿Con todas?
La buena noticia es que se trabajan de forma muy efectiva a través de la técnica del Péndulo Hebreo, sin la necesidad de revivir momentos dolorosos.
¿Te atreves a probar?